En la Conferencia New Approaches, el Dr. Jindrich Vobořil destacó un tema urgente en las políticas de salud pública: la necesidad imperiosa de invertir en a href="https://www.cancerresearchuk.org/about-cancer/causes-of-cancer/smoking-and-cancer/is-vaping-harmful#:~:text=Manystudiesshowthatvaping,beenfoundinecigarettes." target="_blank" rel="noopener">investigación sobre alternativas más seguras a las sustancias dañinas.
Como figura clave en la estrategia nacional de la República Checa para la reducción de daños, el Dr. Vobořil argumentó que la investigación científica integral es esencial para crear políticas efectivas y basadas en evidencia, que puedan reducir el daño relacionado con las adicciones sin recurrir a medidas extremas como la prohibición.
La necesidad de alternativas más seguras
In his presentation, Dr. Vobořil highlighted that harm reduction is not just a set of interventions but an overarching policy framework designed to minimize the risks associated with addictive substances. The debate, however, often gets bogged down by polarized views—prohibition on one side and a fully unregulated market on the other. Neither extreme offers a sustainable solution, as both fail to address the underlying issues associated with addiction.
El Dr. Vobořil enfatizó que una de las formas más efectivas de reducir el daño causado por los comportamientos adictivos es ofrecer alternativas más seguras a los productos de alto riesgo. Por ejemplo, el uso de programas de intercambio de agujas para reducir la transmisión del VIH y la hepatitis entre usuarios de drogas es una intervención clásica de reducción de daños. Sin embargo, cuando se trata de sustancias como la nicotina, el alcohol o el juego, se requiere una mayor inversión en investigación para desarrollar estrategias similares que se adapten a estos comportamientos específicos.
Un llamado a soluciones basadas en evidencia
Uno de los principales desafíos en la implementación de políticas de reducción de daños es la afirmación de algunos de que no hay suficientes datos para respaldar el uso de ciertas alternativas más seguras, como los cigarrillos electrónicos, las bolsas de nicotina, o los productos de tabaco calentado. El Dr. Vobořil criticó este enfoque, argumentando que negarse a invertir en investigación no solo es irresponsable, sino peligroso, especialmente cuando está en juego la salud pública.
Señaló el marcado contraste en Suecia, donde la investigación ha demostrado que el snus, un producto de tabaco sin humo, ha jugado un papel importante en la reducción de las tasas de tabaquismo, enfermedades cardíacas y cáncer de pulmón. Esta historia de éxito, argumentó el Dr. Vobořil, proporciona un ejemplo claro de cómo las alternativas respaldadas por la investigación pueden llevar a mejoras dramáticas en la salud pública. "Si podemos salvar incluso el 1% de las vidas al promover alternativas más seguras, la inversión vale la pena", dijo. La reducción del daño no es solo teórica, es un resultado medible y que salva vidas.
Por qué la investigación es clave para el éxito
El Dr. Vobořil abogó por un enfoque multidimensional, en el que los gobiernos, los organismos de salud pública y las industrias trabajen juntos para crear un marco que fomente el desarrollo de alternativas más seguras. Esto no puede suceder sin una investigación sólida e independiente. "La reticencia a invertir en investigación nos está impidiendo encontrar mejores soluciones. Países como Alemania dicen que nos faltan datos, pero lo que realmente nos falta es la voluntad de recopilarlos", dijo.
Sin una investigación integral, las decisiones políticas corren el riesgo de ser impulsadas por ideologías o influencias industriales en lugar de una ciencia sólida. El Dr. Vobořil enfatizó la importancia de una investigación imparcial y basada en datos, que permita a los responsables de políticas crear regulaciones más refinadas que reflejen los riesgos reales asociados con diferentes sustancias.
Aprendiendo de errores pasados
El Dr. Vobořil también habló de las oportunidades perdidas en el pasado, particularmente con la industria farmacéutica. Si bien las primeras tentativas para ofrecer alternativas más seguras al tabaquismo, como el chicle de nicotina o los parches, fueron bien intencionadas, no lograron resonar entre los consumidores porque no imitaban lo suficiente la experiencia de fumar. En cambio, las alternativas más recientes, como los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado, que se basan en una extensa investigación de consumidores, han mostrado más promesa para ayudar a las personas a dejar de fumar.
La lección aquí, según el Dr. Vobořil, es que las preferencias del consumidor deben ser centrales en cualquier estrategia de reducción de daños. "Si queremos que las personas cambien de productos más dañinos a alternativas más seguras, debemos crear productos que realmente quieran usar", dijo.
Un imperativo global
A mensagem final do Dr. Vobořil foi um apelo para que mais países sigam o exemplo da Suécia e invistam em pesquisa sobre alternativas mais seguras. Os dados da Suécia mostram que abraçar a redução de danos não apenas reduz os riscos para os indivíduos, mas também pode levar a melhorias significativas nos resultados de saúde pública.
"Si seguimos ignorando el potencial de las alternativas más seguras, no solo arriesgamos detener el progreso, sino que también contribuimos a la pérdida innecesaria de vidas", concluyó el Dr. Vobořil. Hizo un llamado a los gobiernos, las organizaciones de salud y las industrias para que den un paso adelante y prioricen la investigación en alternativas innovadoras y menos dañinas. Al hacerlo, podemos construir un enfoque más racional y basado en evidencia sobre las adicciones que priorice la salud pública sobre la ideología.
Este artículo fue escrito con la asistencia de tecnología de IA, basado en la presentación del Dr. Jindrich Vobořil en la Conferencia New Approaches.