Las directrices describen varias recomendaciones basadas en evidencia, pero no incluyen nuevas alternativas a la nicotina. La Organización Mundial de la Salud OMS), el 2 de julio de 2024, publicó las primeras directrices de tratamiento clínico para dejar de fumar. El documento de 76 páginas describe múltiples estrategias basadas en evidencia que apoyan el abandono del tabaco en adultos, recomendando tratamientos farmacológicos, terapia de reemplazo de nicotina (NRT),y medicamentos recetados.
Las pautas actuarán como una herramienta vital para los adultos que buscan dejar todas las formas de tabaco, incluidos, entre otros, cigarrillos, pipas de agua, productos de tabaco sin humo, puros, tabaco para liar y productos de tabaco calentados.
El Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, dijo: “Esta directriz marca un hito clave en nuestra batalla global contra estos productos peligrosos. Dota a los países de las herramientas esenciales para ayudar eficazmente a las personas a dejar el tabaco y aliviar la carga mundial de las enfermedades relacionadas con el tabaco”.
La OMS estima que hay aproximadamente 1.300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo, y aproximadamente el 60%, o 750 millones de personas, desearían dejarlo. Sin embargo, aproximadamente el 70% de los usuarios que desean dejar de fumar no tienen acceso a servicios para dejar de fumar.
El Dr Rüdiger Krech, DrPH, Director de Promoción de la Salud de la OMS, añadió: “No se puede subestimar la inmensa lucha que enfrentan las personas cuando intentan dejar de fumar. Necesitamos apreciar profundamente la fuerza que se necesita y el sufrimiento que soportan las personas y sus seres queridos para superar esta adicción. Estas directrices están diseñadas para ayudar a las comunidades y los gobiernos a brindar el mejor apoyo y asistencia a quienes se encuentran en este desafiante viaje”.
¿Por qué alternativas de reducción de daños?
Ya, 100 millones de personas están usando productos para reducir el daño, a pesar de las recomendaciones clínicas de la OMS que excluyen la reducción del daño del tabaco, un pilar prometedor y emergente en los esfuerzos de control del tabaco.
El enfoque THR incluye educar a los fumadores sobre los riesgos de fumar e identificar y fomentar el uso de productos menos dañinos. Algunas políticas de THR se centran en reemplazar los cigarrillos para fumar con alternativas como sistemas electrónicos de administración de nicotina, productos de tabaco calentados y productos de tabaco sin humo.
Si bien no están libres de riesgos, se ha demostrado que los productos de riesgo reducido conllevan mucho menos riesgo que el uso habitual de los productos combustibles tradicionales. Con la aparición de productos de nicotina menos dañinos y un mayor acceso a ellos, las muertes y enfermedades atribuidas al tabaquismo podrían reducirse a un ritmo más rápido.